4 mar 2014

Burning Man

O... "La libertad absoluta y efímera"

Foto del lugar que marca el centro de reunión de 70.000 personas en el Burning Man 2013

Si soy honesto la primera vez que tomé conocimiento del festival Burning Man fue por la revista Orsai nro 2, editada por el soso vende humo de Casciari (ya hablaré de él y de como se autoboicoteo ese proyecto interesante que era la revista).  En el artículo hablan, sobretodo, de la libertad, de la felicidad onírica que trae el participar, el estar lejos de la normalidad.  Burning Man es una fiesta que se lleva a cabo una vez por año, que dura ocho días en donde uno puede desprenderse por completo de la obsesión por el dinero.  Ocho días en los cuales uno vive absolutamente inmerso en un nuevo tipo de sociedad en la cual priman la auto-expresión, el esfuerzo colectivo, la tolerancia y el amor al prójimo (y donde uno se puede encontrar cosas como el video de abajo).




En esa fiesta de ocho días, en esa ciudad que nace en la primer hora y desaparece sin dejar rastro en el último sol, pueden encontrarse a la vuelta de cada vehículo a artistas esculpiendo, tallando, bailando, haciendo música, pintura, poesía, meditando en templos, riendo, abrazando, bebiendo, besando.
Ese idilio de ocho días es el sueño de todo hippie, la busqueda de identidad en todo joven, la revolución cultural y filosófica de todo ser, por el precio de entre u$s380 y u$s650 loros (ojo que hay 4000 entradas con descuento especial para las clases menos pudientes y cuestan solo 190 loros, que me contursi?).
Así es, esa revolución cultural, esa libertad auténtica y el sentimiento de amor constante está prohibida para crotos y laburantes, es solamente para la elite joven y bonita que no vive pensando en el mañana porque no tienen la necesidad, porque el mañana lo tienen resuelto.
Para tener mas o menos una idea del valor de la entrada, un alquiler de un monoambiente en Texas sale entre 400 y 800 dólares.
"Hagamos numeros", le dijo un hippie a otro:  en 2013 70.000 pelotudos alegres personas atendieron al Burning Man, las entradas estaban entre u$s 289 y u$s 380 (eso es por 3 días o por los 8, respectivamente), si hacemos un promedio de los valores de las entradas y lo multiplicamos por la cantidad de asistentes nos arroja la amorosa, solidaria y artística cifra de 23.415.000,00 (y esos 23 palos los ganaron solo el año pasado, este año, por las retenciones a la soja y al ganado bovino la entrada es mucho mas cara y esperan que vaya mucha mas gente).
A ver si nos entendemos, un grupo de hippies antisitema consiguio que la gente, un número cada vez mayor de gente, les dieran plata para estar unos días en un pedazo (sin dueño) de desierto, construir ellos mismos una ciudad, llevar para comer y combidar, para beber, baños ? (supongo que la organización al menos pondrá letrinas), arte para regalar, darse amor, dejarse romper el culo en alguna orgia (iniciada gracias a la burundanga), comprar merchandising y sacarse fotos con la sonrisa forzada, arena en la boca, la remera oficial de Burning Man y el culo ardido, para actualizar Feisbuc bajo títulos que textualmente dirán cosas como "BURNING MAN ES LO MÁXIMO, LO MÁS DE ZAMORA", cuando subliminalmente estarán diciendo "Mirame que loca que soy.  Estoy mas crazy que vos por lo tanto soy mejor que vos".

"Hola, soy el trolo mariposa. ¿Te gustan mis pezones?"

Lo mas genial de todo es que es en medio de un puto desierto, kilometros y kilomteros de espacio libre para sumar y sumar gente que paguen y paguen entrada.  Al carajo las habilitaciones y los cupos de personas por metro cuadrado, aca se puede vender hasta el infinito, y encima, por el espirito anti mercantilista y el bla bla bla ni siquiera hacen publicidad.  No me extrañaría nada saber que detrás de la organización del Burning Man hay algun argento en ojotas tomando mate.

Bueno, supuestamente soy griego y me cabe hacer una reflexión o algo, asi que ahi va:
Es facil.  "Me junto con 50.000 tipos en un lugar apartado y nos hacemos los locos para salir del sistema opresivo zaraza, zaraza, chamuyo, chamuyo", y hacer eso, lejos, con un grupo de gente que se engaña igual que vos no es ser "loco", "revolucionario", "antisistema" o como quieras llamarlo, son unas vacaciones raras y punto.  Burning Man y todos los festivales parecidos son el lugar contemplado dentro de la maquinaria que criticas en donde se le permite al individuo creer que puede ser distinto.
Pararse en tetas frente a 30, 20, 10 mil minas en tetas es facil porque es inconsecuente, ponete en tetas un lugar donde tengas que soportar las consecuencias (sean cuales sean) y vas a ser una verdadera precursora, porque tuviste el valor para llevar a cabo tu deseo y la entereza para aguantar (y si un deseo no vale la pena para aguantar las consecuencias posteriores, entonces descartalo de plano).  Esos tipos de festivales no son necesarios para expresarse, para sentir empatia por el prójimo ni para nada.  Que sencillo es meditar en medio de un desierto, donde no tenes nada en que pensar; medita en subte D en hora pico si sos macho, te aseguro que el esfuerzo que vas a necesitar va a ser tan grande como el sentimiento de realización que tendrás cuando lo consigas.  Que bárbaro es ir de joda y llevar brownies para todos, cuando muy posiblemente a la vuelta de tu casa haya alguien durmiendo en la calle y cagandose de hambre.
La vida no es sencilla, todo aquello que pretenda aligerarte la carga quiere algo a cambio.  Cuestiona todo, llevá la contra siempre que tengas razones para llevar la contra y no te creas ni por un segundo que podes escapar de ser un pelotudo.  Somos todos pelotudos, las diferencias estan entre los que les gusta ser un pelotudo y los que, todos los dias, nos esforzamos ser un poquito menos pelotudo.

Si queres saber mas de Burning Man anda a la concha de tu madre, no leiste nada la puta que te pario?

Fuentes:
http://mla-s2-p.mlstatic.com/fuente-500-w-para-todo-tipo-de-pc-noganet-ide-sata-garantia-4564-MLA3715458722_012013-F.jpg
http://tickets.burningman.com
http://editorialorsai.com/revista/post/n2_burning_man
http://www.apartments.com/search/
http://www.wired.com/images_blogs/table_of_malcontents/images/2007/05/22/pdvd_241.jpg

21 ene 2014

Cuando el mundo se fue a la mierda



El mundo se fue a la mierda, estimados, el día en que a un pelotudo se le ocurrió enterrar un tubérculo en la tierra y tuvo tanto, pero tanto tiempo al pedo, que se quedó mirando a ver como crecía.
Seguramente grandes antropólogos e historiadores renombrados coincidirán en que fué una chispa de inteligencia revolucionaria para la especie, el realizarce que, al meter bajo tierra una semillita de algo, después de cierto tiempo germinaría, se haría planta y antes de que te dieras cuenta, ibas a estar comiendo frutas u hortalizas. Vamos; nosotros que no divulgamos sentimientos naives o new age sabemos la verdad. El hombre no cambió practicamente en nada desde los tiempos en que las mujeres se adornaban con un hueso en el pelo y los tipos le daban garrotazos en la zaviola para arrastrarlas de las crenchas hasta la cueva mas próxima. Lo que nos motiva hoy día probablemente sea lo mismo que nos motivaba allá lejos y hace tiempo, cuando el dientes de sable corría libre y nuestra especie se mejoraba darwinianamente con cada persona que tiraba comentarios del tipo "awww, mira que lindo gatito que viene ahí" mientras el resto del grupo de homínidos se dispersaba entre la maleza a gran velocidad.
Yo supongo dos cualidades especificas que nos condujeron a dejar de ser cazadores recolectores, a la sombra parasitaria de la agricultura especulativa que somos ahora.

1) La basura.
Somos basura. Alla a donde vamos dejamos tendales de desperdicios inutiles. Es lo que hacemos y por tanto ideamos métodos para contenerla y esconderla, pero jamás idearemos algo para dejar de crearla.
Imagino a un tipo comiendo duraznos y escupiendo los carozos por todos lados, hasta que en medio de una noche cualquiera, se dirigió hacia afuera de su cueva a mear, en patas. y piso uno de los susodichos carozos, gruño fuerte, despertó al resto de la manada, lo putearon, se meo encima y se volvió a acostar rápido antes que se enfríe.  Al otro día, nuestro sujeto hipotético pateo los carozos hasta la entrada de la cueva y los dejo ahi.  Es muy posible que, con la llegaba de los climas templados, un carozo haya germinado y una plantita asomara desde ese basural primitivo, la cual fue enérgicamente aplastada por una tropelia de pies mugrosos, pero conforme los días se volvían mas calurosos y los hombres pasaban mas tiempo afuera de la cueva (porque afrontemoslo, ahí adentro debería haber mucho olor a huevo), otras plantitas pudieron haber surgido y desarrollado al punto de dar frutos.

2) La avaricia.

Podria haber sucedido que, un hombre haya trastablillado persiguiendo algun conejo o nutria, yéndose de jeta al piso cerca de un papa, batata o tubérculo similar.  Decide llevarsela y guardarla en algún lugar seguro para comerla en soledad, pero, al no haberse inventado los bolsillos todavía (o los pantalones), los únicos lugares seguros serían en las grietas de las cuevas (habitadas por distintas generaciones, y como es sabido por todo padre, cuando te vas, los chicos revisan todo), o enterrándola.
Si recordamos la premisa original, el hombre de la prehistoria no es distinto al de la actualidad, con lo que problablemente se haya olvidado la batata enterrada, después de todo, ¿quien no encontró alguna vez un billete de $20 en el bolsillo de una campera?.
El asunto es que al tiempo que germino la primer verdura plantada por el hombre, el mundo empezo a desbarrancar para la mierda de a poco.


Veamos a nuestros primeros predecesores, los cazadores recolectores y examinemos su comportamiento.
Un cazador vive el momento, no tiene tiempo de pensar en el mañana.  Toda la comida que podía recolectar era repartido entre todos porque no se podía guardar, lo que no se usaba se descomponía, y si el pobre tipo tenía que arriesgar su vida todos los putos días para darte morfar, te comías lo que te tocaba así fuera un pedazo de intestino grueso y ojete, se curtía el cuero entre todos y rápido antes de que lo agarren las moscas, se sacaban los nervios para hacer cuerdas de arco, y por supuesto, las minas se ponían los huesitos en el pelo.
No había teje maneje, no había especulación.  Si querías comer bien, te ibas a cazar vos, si te querías quedar boludeando apoyando la chota con pintura en una pared de piedra, te tocaba un cacho de carne igual porque si no matar a ese mamut hubiera sido al pedo.  Era la era dorada, la época del “No me sirve, llevatelo o se tira”

De repente llegan los amantes de las hortalizas que empezaron a amarrocar semillas, porque los tipos sabían que una semilla hoy es un árbol de manzanas mañana.  Una planta de lechuga le saco un cacho y le vuelve a crecer, una bolsa llena de maiz la puedo guardar años.  Así empezó la propiedad, yo planté este campo así que todo lo de acá es mio.  Si queres te doy un poco de morfi, pero laburame el campo, y así empezaron las distintas clases sociales.  Si pongo dos monos a laburar, voy a tener el doble de campo.  Si los pongo a todos a laburar, todo va a ser mio, y así empezó la especulación.
Con el tiempo las granjas empezaron a crecer y a sacarle terreno a los rumiantes, la gente empezó a preocuparse mas por su propiedad (la que les aseguraba alimento a futuro) y animales fueron cazados para que no se metan en las cosechas y no para alimentarse como era antes.  Con el tiempo las extensiones llanas de tierra se fueron terminando y hubo necesidad de crear mas, entonces empezamos a desforestar, a alejar cada vez mas a la naturaleza y a los animales de nuestra propiedad, y la naturaleza contraataco con enfermedades, con depredadores hambrientos, y le devolvimos la gentileza con fuego, con piedras y con hierro.  Entonces nos dimos cuenta de que si hacíamos una herramienta capaz de cultivar y cosechar por nosotros, ni siquiera tendríamos que pagarle a gente que haga nuestro trabajo, y se creó la pobreza.

Así que, estimados, si tienen un amigo vegetariano, vegano o alguna de esas boludeces similares, compartan este texto y haganle saber a su culo pomposo y soberbio, que la ruina del mundo viene de su manito desnutrida

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